sábado, 29 de mayo de 2010

La Eutanasia en la historia


La palabra “eutanasia” aparece en el siglo XVII, atribuyéndose al filósofo Francis Bacon su creación, durante el Renacimiento y ésta fue concebida como: "La aceleración de la muerte en un hombre enfermo".

Sin embargo, hay registros de que antes de Bacon ya se discutía el derecho de las personas a decidir sobre su propia muerte. El significado primero de la eutanasia en la antigüedad greco-romana, sin que se llamara de esa manera, fue: "Felici vel honesta morte mori" (Morir con una muerte feliz y honesta), esto significa el morir bien, sin dolor, y esta idea no tiene en cuenta la ayuda al morir, como sí lo tiene la eutanasia y el suicidio asistido.

En la Edad Media, Tomás Moro, al describir en su famosa Utopía la forma de estado ideal, afirma por una parte que se debe prestar a los moribundos todo cuidado y solidaridad. Pero considera que, en casos de dolores extraordinarios, se puede recomendar poner término a su vida. Se le puede causar la muerte al enfermo, si éste está de acuerdo, privándole de los alimentos o administrándole un veneno. También se requiere el permiso de las autoridades y de los sacerdotes para evitar los abusos que podrían seguirse.

La ética ha intervenido en la formación de los profesionales de la medicina, que ha enfocado sus esfuerzos a conservar la vida por encima de cualquier circunstancia. Por ello, el juramento Hipocrático, atribuido a Hipócrates (siglo V a. de N. E), sentencia: "Jamas daré a nadie una medicina mortal por mucho que me lo soliciten". Esto manifiesta una posición contraria a la eutanasia.


Sin embargo, otros filósofos de la antigüedad se manifestaron en sentido contrario. Así, Platón (427-337 a.C.) dice en La República: "Se dejará morir a quienes no sean sanos de cuerpo". Los Estoicos (Séneca, Epícteto y Marco Aurelio), con la dignidad como argumento, también habrían estado a favor de la Eutanasia. Séneca es un ejemplo: "Es preferible quitarse la vida, a una vida sin sentido y con sufrimiento". Epícteto, por su parte, predica la muerte como una afirmación de la libre voluntad.

Pero la Eutanasia halla eco en la cultura occidental: tras las ideas teóricas como las expuestas en Utopía, de Tomás Moro, surge en Inglaterra en 1935 cuando el doctor Killick Millard funda la Euthanasy Society con la finalidad de defender el derecho a una muerte indolora para aliviar o hacer breves los sufrimientos de pacientes terminales.

Hoy, la eutanasia significa la acción médica por la que se provoca la muerte de una persona enferma. Precisamente lo que distingue la eutanasia en relación con el suicidio es el hecho de que se trate de una persona afectada por una dolencia grave e incurable, es decir, para la que la ciencia médica no pueda ofrecer alternativas.

El suicidio asistido se relaciona vagamente con la eutanasia, pues éste se produce cuando alguien le da información y los medios necesarios a un paciente para que pueda terminar fácilmente con su propia vida.

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